El paraíso latinoamericano

POR Klaudia Skiba REVISADO POR Alfredo Castro

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En la época del coronavirus, todo el mundo ha apreciado la oportunidad de viajar libremente que habíamos tenido antes. Aunque no se puede predecir lo que pasará dentro de unas semanas, ya buscamos los vuelos y cruzamos los dedos esperando que sea posible pasar el verano en la playa del Caribe, ir de excursión en Escandinavia o descubrir de nuevo nuestro propio país. Mientras nos quedamos en casa adaptándonos a la nueva normal, vámonos al viaje virtual por una de las más maravillosas arenas de naturaleza del mundo – América Latina.

Primera parada: Honduras

Empezamos nuestro viaje en Roatán – una de las Islas de la Bahía, ubicada en el mar Caribe. La isla pertenece a República de Honduras. Roatán impresiona con el agua turquesa, las palmas y las playas largas. Para aprovechar los arrecifes, debería empezar con el buceo y si no le apetece sumergirse tan profundo, hay una opción de snorkel. La mayoría de las compañías que ofrecen actividades así es ubicada en Bahía Oeste, así que es aconsejable echar un vistazo allí. Sin embargo, si no le gustan actividades físicas, pero quería aprovechar el mar de todos modos, Roatán también ofrece un montón de cruceros de duración que le convenga. Y, lo que es más, ¡se puede descubrir la vida marina sin sumergir en el agua gracias a los barcos con fondo de cristal! Debajo se adjuntaron dos enlaces de los sitios que ofrecen más información sobre las posibilidades de descubrir el mar.

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Otra opción de aprovechar la originalidad de la isla se dirige a los aficionados de deportes extremos. La excursión Zip’n’Dip le permite elevarse sobre el denso follaje de la selva de Roatán a través de lanzarse en tirolesa. ¡Los paisajes de naturaleza con una pequeña adición de adrenalina parece como un planazo!

Segunda parada: Perú

Apuesto a que la mayoría de la gente primeramente piensa en Machu Picchu si alguien menciona Perú. ¡No los culpo por hacerlo! Machu Picchu es un sitio maravilloso que conecta lo histórico con lo natural y sin duda es un símbolo del país. ¡Pero Perú es mucho más! Empezamos en Cusco – una ciudad en su parte sureste.

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Muy cerca se ubica un verdadero placer para los aficionados históricos – el Choquequirao. El Choquequirao sirvió de un refugio para los Incas que huyeron de los conquistadores españoles. El sitio también tiene significado religioso, ya que si sostiene que vivían allí personas con creencias teístas. Porque a la luz del COVID-19 el turismo se ha desacelerado mucho, se ha creado una página web que ofrece un tour virtual por el Choquequirao (http://34.241.176.19/tour/140901/view/355846/.). No es lo mismo, pero en tiempos así, ¡es mejor que nada!

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Luego vamos al lugar simplemente maravilloso. Montaña de siete colores – o Vinicunca – se ubica en la parte peruviana de la cordillera de los Andes ¡Seguro que no se ve una montaña cubierta en rayas de colores cada día! Es muy accesible (con su automóvil propio o con un tour turístico) pero sí incluye una caminata de 1.5-5 kilómetros, así que ojo aquellos que no son amantes de esfuerzo físico. La montaña debe su majestuosidad a la reunión de minerales arrastrados por sus aguas, que se han oxidado y como resultado el sitio dispone de diversidad tan mágica de colores. Ya que en ningún otro lugar del mundo se puede experimentar un paisaje así, la actividad física sin duda vale la pena.

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Terminamos nuestro viaje por Perú con el aspecto más hermoso en toda América del Sur (opinión personal). Me refiero a los más esponjosos/suaves/peludos (quiero decir fluffy, pero no estoy segura cuál suena mejor) criaturas, que roban los corazones a primera vista – las alpacas. Se semejan mucho a las llamas, pero son más pequeñas y de color más uniforme.

Aunque parecen ser ilimitadamente adorables, ojo, porque cuando tienen miedo o quieren mantener dominancia, su respuesta más frecuenta es escupir. Pese a esto, pasar una tarde acompañado de tales colegas, sin duda hace que sus problemas desaparezcan en seguida.

Tercera parada: México

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Cuando se piensa en las pirámides, nuestro cerebro inmediatamente va a Egipto. Los faraones antiguos y las momias son un símbolo innegable del país y de la historia antigua. Sin embargo, hay otro lugar que se enorgullece de tener las pirámides que representan el legado de las primeras civilizaciones, como los Aztecas. Teotihuacan es un sitio tanto para los históricos como para aquellos interesados en religión. Además, su naturaleza y arquitectura juntas crean un espectáculo maravilloso, así que, incluso si no le interesa en lo antiguo, sin duda vale la pena visitar Teotihuacan para que le deje sin palabras. Se puede llegar allí justo desde la Ciudad de México, con el metro o el bus, que cuesta aproximadamente $5 pesos mexicanos.

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Luego haremos una parada para aprovechar los mejores cenotes mexicanos. México es abundante en estas atracciones mágicas (tiene más de 6000 de ellas), así que es bastante fácil encontrar una. Se dice que los mejores se ubican en Riviera Maya, un distrito al sur de Cancún. El sitio ofrece cenotes tanto cerrados, como abiertos y semiabiertos, que le da una posibilidad de disfrutar de la singularidad de cada uno de ellos. Los cenotes en cuevas parecen ser una opción perfecta para aquellos que desean relajarse, distanciarse del mundo material y crear una experiencia inolvidable.

Cuarta parada: Chile

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Chile, un país que se extiende por la longitud del continente, conecta casi todos los climas y tiene naturaleza de bosques tropicales hasta cuevas de mármol. La Reserva Biológica Huilo Huilo es un área natural protegida, que se sitúa en los Andes a 860km al sur de la capital de Chile. El sitio ofrece tanto una variedad de actividades al aire libre (el rafting, el senderismo, la tirolesa e incluso la equitación) como la posibilidad de disfrutar la biodiversidad de plantas y animales en su hábitat natural. ¡Es cierto que todo el mundo encuentra algo para sí mismo!

Segundo punto que sin duda debería verse en Chile, son las cuevas de mármol. Ubicados en Patagonia, son una adición magnificente al ya diverso paisaje del país.  

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Desafortunadamente, no es tan fácil visitar este sitio tan especial. La ruta demanda el uso del aeroplano, del coche y del barco para llegar allí desde Santiago. Sin embargo, para facilitar la llegada se puede viajar con el guía turístico.  El tiempo será limitado, pero al menos no tendrá que preocuparse por organizar y conectar los diferentes tipos del transporte.

Quinta parada: Colombia

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Últimamente, visitamos a Medellín, una ciudad en Colombia. La particularidad de este lugar es que hace 25 años era una ciudad más peligrosa del mundo. Hoy en día, se la considera la más innovadora. Con la ayuda de proyectos públicos, la ciudad se renació y cambió completamente su perfil. Con su Parque de los Deseos, que es conocido como una versión mejor de London’s South Bank Centre, Medellín dispone de una variedad de museos interactivos, el cine al aire libre o salas de conciertos animados.  

Otro punto que es un imperdible es el mirador el Peñón de Guatapé. De nuevo, exige un poco de esfuerzo físico, pero el panorama del mar y de la ciudad compensa los 600 escalones hacia lo alto. Y, además, puede relajarse arriba con un refresco y disfrutar del alrededor tan magnífico.

Sexta parada: Brasil

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Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses es un sitio protegido, el cuál ofrece una vista especial gracias al conjunto de las dunas y los lagos, que aparecen durante ciertos periodos del año como resultado de la lluvia. Se recomienda ir al São Luís, una ciudad a alrededor 4 horas de Lençóis Maranhenses. Una vez allí, se puede organizar un viaje con ayuda del hotel o directamente de la guía turística. Es probablemente la mejor opción, ya que los tours ofrecen camionetas adaptadas a condiciones específicas del lugar.

Nuestro viaje ha llegado a su fin. Espero que, si antes no era un aficionado de Latinoamérica, el artículo le haya convencido, que el continente tiene mucho que ofrecer. Aunque solo se han incluido pocas opciones, es cierto que los países latinoamericanos ocultan una riqueza enorme, especialmente de naturaleza. Estos paisajes cautivadores son sin duda una prueba que, aunque la mano humana ha construido unas cosas maravillosas, es la madre naturaleza que nos sigue embelesando con experiencias y vistas inolvidables.