“Les decía que me habían hecho una mastectomía y mis colegas me decían: ¡pero si eres un hombre!”

POR Javier Carrasco Castellano REVISADO POR María Gomez Bedoya

El cáncer de mama afecta mucho menos a hombres que a mujeres pero, aun así, no hay ninguna razón para ignorar las señales de peligro, incluyendo bultos, dolores, secreciones o sangrado.

Michelle, la mujer de Andy Manson, tuvo que obligar a su marido a ir al médico. Manson, un competente ingeniero de Reading, había estado sintiendo un dolor punzante en su pezón izquierdo durante meses, pero lo ignoró hasta diciembre de 2013, cuando se puso tan mal que Michelle le tuvo que decir: “¡No sé a qué estás jugando!”, recuerda Manson.

La rapidez con la que el médico de cabecera lo remitió al especialista del hospital Royal Berkshire fue el primer presentimiento de que algo iba mal. “Imagínate si fuera más que un simple dolor”, recuerda Manson, que ahora tiene 48 años. Tenía razón. Tenía cáncer de mama en estadio cuatro y se le había extendido a los ganglios linfáticos. Seis años después, tras una mastectomía, quimioterapia y radioterapia, el cáncer de Manson está en remisión y él está inmensamente agradecido de haber escuchado a su mujer. “He tenido suerte”, admite. “No fui al médico tan pronto como debería haber ido, pero he salido de esta y, toco madera, estoy limpio”.

A veces el cáncer de mama se ve erróneamente como una enfermedad que únicamente sufren las mujeres, pero también puede afectar, y de hecho afecta, a los hombres, incluyendo por ejemplo a Matthew Knowles, el padre de Beyoncé, que hizo público su diagnóstico el pasado octubre.

Según una investigación de la organización Breast Cancer Now, en Reino Unido se diagnostica cáncer de mama a unos 370 hombres al año, frente a 55.000 mujeres. La mayoría son diagnosticados entre los 60 y los 70 años y al igual que las mujeres, son más propensos a desarrollar esta enfermedad si sufren obesidad.

Debido a que los hombres son más reacios a acudir al médico y a la idea errónea de que solo las mujeres pueden padecer cáncer de mama, normalmente el cáncer de mama masculino se encuentra en un estadio más avanzado en el momento en el que se diagnostica. “Cuando los hombres tienen un bulto sospechoso en el pecho, suelen ignorarlo”, dice la catedrática de la Universidad de Aberdeen, Valerie Speirs, una bióloga experta en oncología y en cáncer de mama masculino. “Esto significa que normalmente se presentan en un estadio posterior al de las mujeres y, esto hace que a los médicos les sea más difícil tratar el cáncer debido a que ya se ha extendido por los ganglios linfáticos o por otras partes del cuerpo”.

“Los hombres necesitan estar pendientes de sus pechos”, dice Grete Brauten-Smith, una enfermera clínica especialista de Breast Cancer Now. Brauten-Smith aconseja a los hombres que estén atentos a los bultos en las mamas, que pueden ser indoloros o estar cerca del pezón, pezones invertidos, dolores persistentes en el pecho o en los pezones, hinchazón debajo de los brazos o en la zona pectoral, o secreción del pezón, que también puede ser sanguinolenta. “Es muy importante que se revisen el tejido mamario y que al advertir cualquier cambio se lo comuniquen a su médico”.

“Fue muy chocante”, dice Doug Harper, de 57 años y natural de Plumstead, sobre su diagnóstico de cáncer de mama. “Recuerdo que se lo conté a mis colegas y me dijeron: ‘¿A qué te refieres? Los hombres no pueden tener cáncer de mama’”. Al igual que Manson, la mujer de Harper lo convenció para que fuera al médico en enero de 2012, después de que pensaran erróneamente que tenía un quiste en el pezón. “Vete al médico, no puedes seguir así”, le dijo. Cuando se quitó la camiseta, la expresión del doctor cambió por completo. Harper, en broma, le preguntó si podía ser cáncer. “Podría ser”, dijo el doctor. “Madre de Dios”, pensó Harper.

Los hombres que padezcan cáncer de mama se encontrarán con un sistema diseñado para mujeres. Cuando se estaba recuperando de su mastectomía en el hospital Queen Elizabeth en Woolwich, los compañeros de habitación de Harper le preguntaron a qué tratamiento lo estaban sometiendo. “Les decía que me habían hecho una mastectomía por el cáncer de mama y me decían: ‘Es imposible que sea cierto’”.

Le dieron el folleto de un grupo de apoyo, pero solo hacía referencia a pacientes del sexo femenino. A menudo se asocia a los hombres que acuden a clínicas de cáncer de mama con el acompañante en vez de con el paciente. “Te sientas en la sala de espera de mamografías y eres el único hombre. Sientes que la gente te mira y piensas que no deberías estar allí”, comenta Manson.

Actualmente se excluye a los hombres de los ensayos clínicos de cáncer de mama, aunque la situación está mejorando. “Hay una mayor labor de investigación en cáncer de mama masculino de la que había antes. La gente está empezando a darse cuenta de que el cáncer de mama en hombres necesita recibir la misma atención que la que el cáncer de mama en mujeres ha tenido durante años”, dice Speirs. Aún queda mucho trabajo por hacer. “Me gustaría que hubiera una mayor concienciación sobre el cáncer de mama masculino. Todo es un mar rosa”, (el símbolo internacional del cáncer de mama es un lazo rosa).

Tener cáncer de mama siendo hombre puede causar marginación en otros aspectos. Entre los efectos secundarios del fármaco anticanceroso Tamoxifeno se incluye la impotencia, sobre la que los hombres pueden sentirse avergonzados o tener dificultades para hablar. Tras ser diagnosticado en enero del 2012, Harper no conoció a ningún otro hombre con cáncer de mama hasta julio de ese año, cuando participó en un acto benéfico.

“Fui derecho hacia él. Solo quería hablar con alguien más que hubiera pasado por lo mismo que yo”, recuerda. (Breast Cancer Now dirige un servicio para poner en contacto a pacientes masculinos con cáncer de mama entre sí).

Hace poco, cuando fue a una mamografía rutinaria (su cáncer está ahora en remisión), Harper vio a un veinteañero mientras le hacían una exploración. Quiso darle sus datos, pero decidió no hacerlo para no alarmarlo. “Siempre me pregunto cómo le habrá ido”.