Despacito, duritos y burritos

POR Rosie Billyard REVISADO POR Lucas West Álvarez

En muchos rincones de Reino Unido, donde lógicamente la lengua inglesa es la lengua oficial, la música española está creciendo de forma imparable, algo que conlleva importantes beneficios pero también algún que otro problema.

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Cabe mencionar, para comenzar este repaso musical, social y cultural, que el reguetón es un estilo que tiene sus raíces en los años 90 en el país caribeño de Puerto Rico. Este estilo cuenta con influencias del hip hop, de la música latinoamericana y caribeña e incluso de ritmos procedentes del rap. Resulta evidente que el reggaetón ha experimentado un vertiginoso aumento de popularidad en los últimos años. Así pues, hasta 19 canciones españolas aparecieron en el Billboard Hot 100 en el año 2017 frente a las tres de 2015. Hay razones importantes que explican el aumento de oyentes y aficionados: son ritmos pegadizos, fáciles de bailar y, pese a la barrera lingüística, la gente quiere escuchar una explosión de sonidos, al igual que ocurre con la música instrumental, que carece absolutamente de letras.

Recientemente, el reguetón ha sido comercializado y abanderado por estrellas del pop occidental. Una de las razones principales por las que las colaboraciones entre los artistas anglohablantes e hispanohablantes se han disparado es, fundamentalmente, por el aumento de la audiencia. Estos proyectos colaborativos benefician a los dos cantantes ya que suman adeptos por partida doble. No podemos olvidar que, entre las lenguas más habladas en el mundo destacan el español y el inglés, con 527 millones de hablantes y 983 millones respectivamente. ¿Recuerdan la sorpendente mezcla de artistas en la canción Despacito, con Luis Fonsi y Justin Bieber? Este tema alcanzó un éxito extraordinario en 2017, siendo el video más visto de YouTube de todos los tiempos con más de cinco mil millones de visitas. Tanto Fonsi como Bieber ya eran reconocidos en el panorama musical por derecho propio antes de este éxito, pero desde entonces ambas carreras han mejorado notablemente.

Otro ejemplo es Ed Sheeran, con su canción Barcelona. Muchos hispanohablantes, especialmente barceloneses, han mostrado su desacuerdo con este tema. Aunque Sheeran trata de rendir tributo a la ciudad de Barcelona y a los españoles, puede interpretarse como un insulto, ya que Barcelona se enorgullece de ser la capital de Cataluña y disponer de una lengua cooficial como es el catalán, recogida por la Constitución Española. En la canción, sin embargo, Sheeran hace referencia y, por consiguiente, promueve algunas de las principales atracciones de Barcelona como a La Sagrada Familia o Las Ramblas.

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La pregunta tendría que ser entonces, ¿eso importa? ¿realmente Ed Sheeran necesita una canción así para incrementar su popularidad y su número de seguidores en todo el mundo? El objetvo del músico británico no fue, en ningún caso, molestar ni enfadar a los catalanes sino cantar para entretener y tan solo alabar a esta maravillosa y cosmopolita ciudad española y catalana. Sheeran también tiene otros proyectos en español como un remix latin de Shape of You con Zion & Lennox.

Otro ejemplo del mestizaje de lenguas en la música lo encontramos en Mi Gente, un tema de J Balvin (José Álvaro Osorio Balvín) donde se usan las lenguas española e inglesa con algunas secciones en francés. No muchos monolingües perciben que es una canción española pero, ¿por qué? Quizás porque la melodía es muy pegadiza, especialmente si suena en una discoteca donde la gente ya ha tomado un par de copas. Resta decir que el alcohol no solo afecta a la conducta del ser humano sino también a la concentración, de ahí la confusión.

Como ven, las ventajas y los problemas están presentes en cualquier ámbito de la vida. El problema parece residir más bien en el trato (o maltrato) que algunos como Bieber dan a la lengua, o es que no recuerdan aquello de “Despacito, dorito y burrito”.