David Richardson: “Si algo puedo asegurar es que, pase lo que pase, seguirá habiendo programas de intercambio”

POR Daniel Cabeza Campillo

David Richardson, rector de la Universidad de East Anglia desde septiembre de 2014, es catedrático de Bioquímica Microbiana en la Facultad de Ciencias. Su investigación se centra en los procesos de respiración anaeróbica tanto en entornos marinos como terrestres y en el tracto gastrointestinal del ser humano. Además, su colaboración con equipos de investigación españoles durante los últimos 20 años refleja su interés por la diversidad cultural a nivel académico. Cabe destacar, por último, que el profesor Richardson recibió el Premio Fleming de la Sociedad Británica de Microbiología en 1999 y el Premio al Mérito de la Real Sociedad de Wolfson entre 2008 y 2013.

DANIEL CABEZA: ¿Cuáles son las principales actividades internacionales que usted coordina en la Universidad de East Anglia?  

DAVID RICHARDSON: Cuando nuestra universidad se dispone a establecer nuevos vínculos con otras instituciones o a retomar el contacto con antiguos alumnos a nivel internacional, yo soy quien dirige las visitas como máxima autoridad académica y principal representante universitario. De ahí que cada año viaje por lo menos a China, India, Nigeria, Estados Unidos y al Sudeste Asiático. Estas son nuestras cinco áreas prioritarias ya que en ellas se concentra la mayoría de nuestras relaciones internacionales. 


DANIEL CABEZA: ¿Cuáles cree que son los beneficios de viajar al extranjero? 

DAVID RICHARDSON: Me parece muy importante que los estudiantes ganen experiencia internacional porque les permite comprender mejor la cultura de otros países y el funcionamiento de otras universidades. Y es que nuestro entorno educativo no se comparte en el resto del mundo, de modo que ir al extranjero y conocer otras universidades les enseña que las cosas pueden hacerse de forma distinta. Dicho esto, creo que debemos asegurarnos de que, a pesar del Brexit, nuestros estudiantes podrán seguir disfrutando de este tipo de oportunidades.   


DANIEL CABEZA: ¿Hasta qué punto cree que la victoria del Brexit afectará tanto a los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido como a los ciudadanos británicos residentes en países europeos?

DAVID RICHARDSON: Para empezar, nuestra gran preocupación tras la victoria del Brexit no sólo es el porvenir de nuestros estudiantes y empleados, sino también el de nuestra economía. Por eso, además de la libre circulación de estudiantes y empleados por toda Europa, queremos que el gobierno nos siga permitiendo el libre acceso al mercado. En cualquier caso, el ámbito en que se han centrado los debates que hemos organizado durante las últimas semanas sobre el significado del Brexit es el académico. Asimismo, en el artículo que escribí el mes pasado para el Eastern Daily Press, explico que el gobierno debería facilitar la libre circulación de estudiantes y empleados internacionales porque su contribución al reconocimiento de nuestra región es enorme. Ahí es donde ellos se convierten en nuestros embajadores. 

Dicho esto, si algo puedo asegurar es que, pase lo que pase, seguirá habiendo programas de intercambio y, para ello, estoy preparando un plan B. De hecho, ya existe una nueva red llamada Aurora en la que participan nueve universidades, entre las cuales se incluyen la Universidad de Bergen (Noruega) y la Universidad de Islandia. Tampoco Estados Unidos forma parte de la UE y tenemos programas que funcionan de forma similar al Erasmus para que nuestros estudiantes se los puedan permitir. Incluso nos estamos planteando aumentar el número de programas de intercambio para estancias de corta duración. 

DANIEL CABEZA: El importe de una matrícula de enseñanzas de Grado para estudiantes británicos o europeos de la UEA sumaba las 9.000 libras desde el curso 2012/13. Sin embargo, se aplicará una subida de 250 libras a partir del curso 2017/18. ¿Adónde va esta cantidad extra?

DAVID RICHARDSON: Quizá sea más preciso preguntarse de dónde viene. El gobierno, a través de su compañía de préstamos universitarios, es el que establece y, al mismo tiempo, financia esta cantidad de dinero extra. La subida del precio de estas matrículas radica en la inflación y, con ella, se espera seguir ofreciendo una experiencia universitaria de alta calidad. Otro aspecto que debemos tener muy en cuenta en este caso es que los estudiantes de la Universidad de East Anglia pagan el mismo importe anual desde que empiezan hasta que acaban la carrera, sin tener en cuenta las posibles subidas que el gobierno puede aplicar.   


DANIEL CABEZA: ¿Cuáles son las próximas metas que la UEA deberá proponerse para mantener su puesto en el top 15 británico de 2018? 

DAVID RICHARDSON: Creo que una de las principales metas que la UEA deberá proponerse es el aumento de su reconocimiento a nivel internacional, ya que nos falta por cerrar lo que denomino la brecha de reputación. Con esto me refiero a que, en lo que a rendimiento se refiere, nos encontramos en el top 15 británico y 160 internacional, lo cual no está nada mal si tenemos en cuenta que hay unas 20.000 universidades en todo el mundo. Sin embargo, en lo que a reputación se refiere, ocupamos el puesto 300. Para cerrar esta brecha, necesitamos el apoyo de nuestros antiguos alumnos, de nuestros embajadores. También tenemos que asegurarnos de que, a pesar del Brexit y demás retos internacionales, seguiremos ofreciendo uno de los mejores entornos educativos donde poder crear proyectos de investigación de alta calidad. Por último, siempre he pensado que nuestros estudiantes se encuentran en la etapa más creativa e innovadora de sus vidas; de ahí la creación de nuestro nuevo centro empresarial, cuyos mentores les ayudan a convertir sus ideas en negocios.   

DANIEL CABEZA: ¿Cuál es su rincón favorito en la UEA?

DAVID RICHARDSON: Buena pregunta, porque imaginarás que voy a contestar toda la UEA. En fin, si bien es cierto que soy científico, me apasiona nuestro museo con todas sus colecciones artísticas, sobre todo cuando tengo la oportunidad exclusiva de ver, por ejemplo, cómo sacan obras de Rembrandt de un valor incalculable para la exposición de Francis Bacon. Y, por supuesto, nuestras instalaciones deportivas son fantásticas: me encanta el Ziggurat Challenge y, siempre que mi agenda me lo permite, voy a jugar al ping-pong (mucha gente se sorprende al ver lo bien que juego). Por último, y no por ello menos importante, está mi equipo de investigación, aquel que hace que las presiones de este cargo sean más llevaderas. 


DANIEL CABEZA: Hace ocho años prometió que iría a España en 2018 a impartir un seminario en español. ¿Qué tal van los preparativos?

DAVID RICHARDSON: La verdad es que aún necesito mejorar mi nivel de español, así que quizá acabe apuntándome a las clases de español de la UEA para cumplir esta promesa. Efectivamente, hace ocho años me invitaron a la Universidad de Alicante para intervenir en una conferencia plenaria. Nada más empezar, pedí disculpas por hablar en inglés, pero prometí que si me invitaban de nuevo en diez años, daría una charla en español. La verdad es que algo he mejorado, pero aún falta un largo camino por recorrer. 

DANIEL CABEZA: Sin duda, profesor, será más que bienvenido a las clases. Muchas gracias por habernos dedicado su tiempo.

DAVID RICHARDSON: No hay de qué. Gracias por la invitación.